Fieles a nuestra misión educativa

InnovAcción XXI es la propuesta iniciada por la RUEI en el año 2016, que tiene por objeto transformar el proceso de enseñar y aprender, la organización, la cultura interna y la gestión escolar de las unidades educativas que la conforman, conjuntamente y en red; de tal manera que sus estudiantes alcancen los impactos del Modelo de persona que deseamos formar y se contribuya así a la transformación educativa y social del país.

Buscamos con ello mejorar los aprendizajes y la formación integral de los estudiantes ignacianos, según las demandas de la sociedad del siglo XXI.



Transformar el mundo a través de la transformación educativa

Caminamos en la transformación educativa de nuestras instituciones, desde el carisma que nos caracteriza, como aporte a la construcción esperanzada de otra historia más humana y, por tanto, más de Dios.

Para llevarla a la práctica, nos inspiramos en el Congreso Internacional de Delegados de Educación de la Compañía de Jesús celebrado en Río (2017)


“Estamos llamados a un discernimiento genuino en continuidad con nuestra herencia espiritual para responder creativamente a los desafíos de nuestro mundo y las nuevas generaciones que asisten a nuestros colegios. Somos conscientes que nuestra tradición nos llama a participar en una conversación continua sobre los mejores medios para servir a nuestra misión actual, que debe reflejarse en la renovación y la innovación en nuestros colegios y modelos pedagógicos.

Todo esto necesita llevar a nuestros colegios a usar la imaginación ignaciana para proponer e implementar mejores prácticas educativas que realmente puedan encarnar la excelencia humana de nuestra educación y transformar a nuestros estudiantes, nuestras sociedades y a nosotros mismos.”


Este proceso de discernimiento fue ya iniciado corporativamente en la RUEI. En él, hemos considerado tanto nuestro contexto como país, los desafíos del mundo actual, la tradición educativa de la Compañía de Jesús, así como el trabajo que ya venimos realizando en nuestros centros.

Nuestra respuesta a este discernimiento nos reta a avanzar en la transformación educativa de nuestras instituciones que convierta en realidad el modelo de persona que hemos definido conjuntamente y los impactos que queremos alcanzar y que los iremos evaluando periódicamente.

Nuestra ignacianidad (la tradición educativa de la Compañía de Jesús) y el trabajo de cada unidad educativa en su contexto y en red, nos ha de permitir un intercambio permanente de experiencias que nos ayude a avanzar y nos permita ser uno de los líderes de este cambio que necesita nuestro país y que tantas comunidades escolares sueñan, y que se sintetiza en nuestro eslogan “ser más para servir mejor”, el cual refiere a la misión jesuita de transformación social a través del apostolado educativo al que nos sentimos llamados y al que hoy respondemos con generosa convicción y apertura de futuro.